martes, 19 de mayo de 2009

7 días en la Gloria, (de viernes a viernes, pero 7)...por José Manuel Jordán

Sí, porque mi Feria empezó el viernes y si me apuráis hasta antes, cuando pasando por allí los días previos, veíamos como tomaba forma ese deseo renovado un año más de nuestra caseta, de nuestro sitito, aquél donde nos íbamos a encontrar, donde íbamos a charlar, a reír, a cantar y a bailar.
Y el viernes, nosotros, con la Feria patas arriba, allí, con los avíos para los primeros rebujitos, y anda que no cayeron pronto, compartiendo lo mejor que nuestra gastronomía doméstica nos podía ofrecer, muchas gracias a todos por ese viernes de pre-feria porque hicimos caseta, más caseta.
Y el sábado, de cena, de sorpresas, de no poder aguantar más y abrir la caseta y compartirla con todos los nuestros, cante, baile, risas y chocolate con churros a las 6 de la mañana, ¡qué maravilla!
Y el domingo, poquito pero bueno. ¡Qué pena que haya colegio el lunes! Porque el domingo del “alumbrao” es un día delicioso para estar en la Feria. Breve pero dos veces bueno.
Y el lunes, y el martes y el miércoles y el jueves, y el viernes; las comidas, ¡qué grandes, Luís, Ismael y Carmen! ¡qué arte más grande! Igualito que… Y después a recoger mesas, que hay que bailar, cantar, compartir, estar. Y la terracita, con mucha arena por cierto, pero qué sitio más agradable. Esas clases de bulerías tan bien aprovechadas, anda que no. Hasta hemos tenido paseo en coche de caballos, gracias a Rafalito chico, que no se “pue” aguantar. Y yo que he “bailao” con todas, creo, si me ha fallado alguna ya nos desquitaremos la Feria que viene porque ya el tiempo hay que contarlo no de año en año sino de Feria en Feria. Yo que ha habido días que he llegado a casa porque he llegado, sin comentarios, pero ahora, eso sí, a las 6 y media, en planta, como un Longines, y a las 8 dando clase, ahí estaba el tío (bueno algún día mi cuerpo y mi cerebro andaban un poquito desincronizados, las cosas del rebujito, porque nos hemos bebido unas cuantas jarras, ¿no?)Ahí acabó mi gloria porque tuvo que acabar, no hubo más remedio, lo mismo la Feria que viene puede que sean 8 ó 9 días en ese cielo, ¿quién sabe? En fin, muchas gracias a todos por hacer posible esta caseta, sin duda, la mejor de toda esta feria y de las muchas glorias que nos quedan por compartir.

domingo, 17 de mayo de 2009

Mi caseta.....por Bernardo Palomo

Cuando me imaginaba mi caseta; aquella ilusión que se fue gestando entre risas, bromas, copas – muchas copas – y el deseo de que algún día se haría realidad; nunca pensé que me encontraría con gente como vosotros. Soñé con un espacio… de Feria, pero jamás atisbé que fuera como el que hoy tenemos y, sobre todo, que tuviera a esa gente que la ha hecho posible. Alcancé a imaginar que habría gente cercana; gente con la que compartir ratos agradables, copas y… Feria. Pero nunca pensé que me encontraría con vosotros, con mis amigos. Porque vosotros sois, ya, mis grandes amigos de verdad: mucho más que mi familia; a está, la encuentro - o no -, la gozó – o no -, la veo – o no -; pero a vosotros os he tenido para todo y sé que para siempre. He sabido lo que erais y lo que podíais llegar a ser. He vivido una gran Feria; pero, sobre todo, os he vivido a vosotros; a todos; a los chicos y a los grandes; a los nietos y a los abuelos; a los sabios y a los sanos.
He vivido a mi Pili – ¡tan guapa, tan bella, tan grande, tan especial,…tan ella! A mi Pito, ¡capataz y tan capaz de todo…, también de echar una mano a las profundidades del alma! A José Miguel y a Patricia, contrastes de un mismo corazón; a los Asturias, a quienes su desbordado corazón no debe afectar la hoja de un calendario; a Manolo del Valle y a la prima buena de su prima; a José Manuel Reyes y a Chari, orto y ocaso de una misma luz; a Juan Carlos y a Monti, mucho más que buenos; a Rafa y a Mamen, padres de un ángel maravilloso; a José Ángel, que vino de Madrid sabiendo dar como nadie esas medias abelmontadas que te enreda las entretelas del alma; a Loles, que ha sabido brindar al sol el difícil toro de la vida; a José Manuel y a Marisina, ya, también nuestros hermanos; al otro Rafa y a Ana, a Juanlu y a Maleni, a Vicente y a Beatriz, Paco, a Maica,; a David y a Olga, a sus hermanos; a Iñigo… y, ¡cómo no, a mi Tita! a todos. Os he tenido a todos y os voy a llevar para siempre en lo más hondo de mis entrañas.

¡Que todos los días del año sigáis viviendo la mejor feria!